Valores
Colaborando con la parentalidad
En Crianza Empática se brindan herramientas para educar desde el amor, el respeto y la libertad, empoderando a los padres y a la vez aceptando y validando sus intentos y sus límites. Se busca ayudar a los papás a ser los padres que ellos hubieran necesitado cuando eran chicos. Para que sus hijos puedan desarrollar un apego seguro y cuando el día de mañana estén en problemas puedan acudir a ellos, y no temerles.
Criar con empatía y sin castigos
La mejor crianza que podemos ofrecer como padres es a través del ejemplo y la conexión emocional con el niño: con sus pensamientos, emociones y acciones. Es muy importante respetar la subjetividad desde el nacimiento y educar desde el amor y los valores, para que desde ahí encuentren ámbitos de pertenencia. Crianza Empática desalienta la crianza a través y del castigo, los gritos o la presión social para encajar.
Favorecer el apego seguro
Chicos entendidos y respetados, con papas sensibles y disponibles, tienen más posibilidades de desarrollar un apego seguro, que resulta ser un gran protector de la salud mental a lo largo de toda la vida.
Criar para una vida plena
Se busca ser facilitadores de vínculos paterno filiales más sanos y mutuamente gratificantes, para colaborar en el desarrollo de familias más felices. Desde una conexión real la relación fluye y es más fácil ayudar a los hijos a desarrollar sus potencialidades, a aprovechar sus talentos y explotar sus dones.
Construyendo una sociedad para la paz
La conexión empática con el otro disminuye las posibilidades de bullying y contribuye a generar relaciones más pacíficas y armónicas a lo largo de la vida. Una crianza empática genera niños empáticos, que serán adultos empáticos también. La empatía es el ingrediente esencial para una sociedad más inclusiva; es necesaria para un diálogo genuino y para construir la paz.